¿Sabes cuántos ácaros duermen en tu cama? Aprende cómo eliminarlos definitivamente.

Después de un día agotador, llegar a la cama es la mejor recompensa, pero de sólo pensar que puede estar invadida por millones de ácaros imperceptibles al ojo humano, nos invade el asco y el sentimiento de impotencia.

Los ácaros no pueden verse a simple vista, pero pueden vivir hasta 6 semanas y se reproducen a una velocidad vertiginosa; en especial si el medio en el que se encuentran es cálido y en el ambiente la humedad es de más del 60%.

Si no se realiza una limpieza regular o la ropa sucia se acumula por días, los ácaros están de fiesta porque se crean las condiciones ideales para que vivan y se reproduzcan.

Incluso muertos estos insectos mantienen su poder nocivo. Sus restos y las heces provocan alergias cuando se inhalan.

La única forma de declararles la guerra es con una limpieza profunda y otros trucos que te contaremos más adelante.

A los ácaros les encantan las sábanas suaves y cálidas. Se alimentan de micro partículas de piel, uñas y cabello que perdemos cada día y cada noche y es por eso que la cama es como el paraíso para ellos.

¡Un colchón puede contener hasta 2 millones de ácaros!

Pero además de las camas, a los ácaros les gustan particularmente las cortinas, los sillones, las sillas y los muebles mullidos y tapizados además de los juguetes como peluches y también tapices y alfombras. Todo lo que constituya un nido de polvo, se convierte en el hogar perfecto.

El origen de las alergias.

El 44% de las alergias se deben a los ácaros, lo que constituye la segunda fuente de alergias después del polvo incluso si los ácaros son el componente alérgico mayor del polvo de una casa, además del polen.

Los ácaros están implicados en las enfermedades respiratorias pero también en afecciones cutáneas y oculares.

Los síntomas provocados por los ácaros evolucionan a lo largo del año pero son más intensos durante el otoño y el invierno, período durante los cuales las habitaciones son más cálidas y menos ventiladas. Por el contrario, son menos frecuentes al finalizar el verano, momento en que el calor y la humedad son más elevados, porque se están dedicando a multiplicarse.

Pero lo más inquietante es que cambiar el colchón no es garantía de librarse de los ácaros, porque en tan sólo tres meses el nuevo colchón será invadido por nuevos ácaros. Otra víctima de los ácaros es la almohada, que por muy nueva que sea, al cabo de dos años el 10% de su peso estará compuesto por cadáveres de ácaros.

Los ácaros son insectos móviles que pueden migrar en función de los lugares que les resultan más adecuados para vivir.

Cada hembra de ácaro pone entre 30 y 60 huevos durante su corta vida que va de los 50 a los 100 días, y si las condiciones son favorables, las poblaciones pueden volverse impresionantes.

¿Sabías que tan sólo 1 gramo de polvo puede contener 2000 ácaros?

En un colchón pueden convivir hasta 1 millón y medio de ácaros. ¡Es impresionante! Sobre todo cuando tenemos el dato de que 2 mg de ácaros pueden ser suficientes para provocar una reacción alérgica y 10 mg, pueden provocar una crisis de asma.

Síntomas.

Cuando los alérgenos de los ácaros se encuentran en cantidades importantes, pueden ser retirados y entrar en contacto con los ojos y la piel. Provocar irritaciones en la nariz, en la garganta (rinitis) o en los ojos (conjuntivitis). Pero el principal riesgo concierne a las personas predispuestas a las alergias a los ácaros que desarrollan generalmente crisis de asma, tos seca, respiración sibilante e incluso ahogos con consecuencias extremas. Las personas de edad, los niños y los adolescentes son la población en riesgo.

La manifestación más habitual de la alergia a los ácaros es la rinitis alérgica, como bien decíamos. Veamos algunos de estos síntomas:

– Goteo nasal transparente.

– Estornudos a repetición.

– Obstrucción nasal.

– Picazón en la nariz o en el paladar.

– Pérdida del olfato.

– Conjuntivitis alérgica.

Este conjunto de síntomas es particularmente desestabilizante y perturba la calidad de vida de las personas afectadas con repercusiones psicológicas, sociales y profesionales.

– Trastornos del sueño (dificultades para dormir, ronquidos).

– Fatiga.

– Somnolencia.

– Irritabilidad y cambios de humor.

– Trastornos de la concentración en el ámbito escolar y profesional.

– Dolores de cabeza.

– Estornudos, irritaciones cutáneas, palidez, eccema.

¿Cómo combatir los ácaros?

El bicarbonato de sodio es un aliado ideal contra los ácaros por las siguientes razones.

– ¡Es tremendamente eficaz! Los estudios de laboratorio pusieron en evidencia desde el año 2001 que el bicarbonato ya se ha utilizado en polvo u pulverizado con agua y tiene una eficacia comprobada contra los ácaros. Tan sólo 20 g de bicarbonato de sodio por metro cuadrado de superficie son suficientes para destruir los ácaros en menos de dos horas.

– Es inocuo para los seres humanos. Esta es la oportunidad ideal para no sumar más problemas respiratorios con elementos tóxicos que dañan la salud, porque el bicarbonato nos brinda la oportunidad de combatir los ácaros sin irritar los ojos y las vías respiratorias.

La quitina, que constituye el caparazón del ácaro, se deteriora al tomar contacto con el bicarbonato de sodio. Al ser el ácaro un insecto que se desplaza, en algún momento tomará contacto con el bicarbonato que hayamos utilizado para combatirlo.

– Eficaz contra el moho. El bicarbonato es antifúngico y bloquea el desarrollo del moho. Este tipo de hongos es favorable para el desarrollo de los ácaros y además, producen ellos mismos alérgenos por la producción de esporas, el bicarbonato será en este caso es doblemente eficaz. Actúa al mismo tiempo en el ácaro sobre su biotipo.

¿Cómo utilizar el bicarbonato para eliminar los ácaros?

– En tapices, alfombras y colchones. Rociar el bicarbonato en polvo de manera uniforme sobre las superficies. La dosis debe ser de 20 g por metro cuadrado, es decir un poco más de una cucharada o cuatro cucharaditas de café.

Para una cama individual, se necesitarán alrededor de 35 g y para una cama matrimonial, 55 g.

Cepillar ligeramente para repartir el bicarbonato y hacer que penetre en las fibras de las telas. Dejar actuar por lo menos 2 horas y de ser posible entre 4 y 8. Aspirar y colocar la funda protectora y las sábanas nuevamente sobre el colchón. Cuanto más fino sea bicarbonato, mejor será la eficacia. Adquiere un bicarbonato de buena calidad, en especial cuando se trate de limpiar ropa de cama.

– Para el lavado de ropa. El bicarbonato es también muy eficaz contra los ácaros cuando se diluye en agua. Lo mejor en estos casos es preparar lo que se llama una solución saturada de bicarbonato que consiste en agregar el polvo dentro del agua tibia hasta que logra no se disuelvan por completo. Luego, pulverizar sobre la superficie a tratar.

La gran ventaja de la pulverización de la solución acuosa es que la distribución es bien homogénea. Si la superficie se humedece en su totalidad encontraremos finos cristales de bicarbonato luego del secado. En este caso, los ácaros no tienen ninguna chance de escapar y podrás eliminarlos fácilmente.

En el caso del lavado máquina, el hecho de agregar bicarbonato al agua del enjuague contribuye a evitar la reaparición de ácaros.

– En la aspiradora. ¡La bolsa colectora de la aspiradora es el paraíso de los ácaros! Una vez aspirado el polvo, los restos de piel, los cabellos y el pelo de los animales, los ácaros continúan reproduciéndose a gran velocidad. El hecho de aspirar el bicarbonato con el tratamiento hecho en alfombras o colchones, hará que se neutralice la actividad dentro de la aspiradora. Es decir, el bicarbonato aspirado también puede ser un remedio para eliminar los ácaros que quedan en la bolsa de la aspiradora.

Desgraciadamente, los alérgenos que están presentes no se pueden eliminar y es necesario contar con una aspiradora equipada con un filtro especial para evitar que se dispersen en la habitación. Pero al menos, con el bicarbonato, los ácaros no podrán reproducir nuevos alérgenos dentro de la bolsa.

Consejos para combatir los ácaros y evitar que se reproduzcan.

– Dedica especial atención a la limpieza de tu habitación, ya que es allí donde pasas un tercio de tu vida.

– Ventila los ambientes todos los días por lo menos durante 15 minutos en la mañana.

– El nivel de humedad de las habitaciones no debe superar el 50%. Los vidrios empañados de las ventanas son prueba de la humedad elevada.

– Limitar la calefacción entre 18º y 20º. Ventilar de manera regular siempre que se pueda.

– Conserva las puertas de placares y habitaciones cerradas.

– Cubre el colchón y las almohadas con una funda con cierre.

– Lava de manera periódica las sábanas, cobertores y cubrecamas con agua caliente a 60º. Una vez al mes, lava almohadones y almohadas y luego sécalos en la secadora.

– Elige objetos con materiales sintéticos lavables. Olvídate de los cubrecamas de lana y las almohadas de plumas.

– Realiza las tareas de limpieza cuando las personas alérgicas estén ausentes.

– Retira el polvo una vez por semana con un trapo húmedo. No olvides los marcos de las ventanas, los armarios y los radiadores como así también los calefactores eléctricos.

– Pasa la aspiradora sobre el colchón, los respaldos de las camas, debajo de las camas, sobre los muebles cubiertos con telas o tapizados y los placares.

– Cuando cambies las sábanas, no las sacudas dentro de los ambientes para evitar que se propaguen más ácaros. Enróllalas y lávalas.

– Nunca sacudas tapices y alfombras dentro de la casa.

Lo que debes evitar:

– Las camas con dosel y los volados alrededor del colchón que tomen contacto con el piso.

– Las camas superpuestas, porque quien duerme abajo respira el polvo de arriba.

– Utilizar la parte de abajo de la cama para guardar cosas.

– Los animales domésticos o con plumas dentro de las habitaciones.

– Todo tipo de objetos susceptibles de acumular polvo: tapices en las paredes, cortinas pesadas, peluches y todo tipo de objeto de tela que no se pueda lavar.

– Alfombras.

– Sillones tapizados. Son preferibles los materiales lisos como el cuero o el vinilo.

– Los humidificadores que estimulan el desarrollo de ácaros y moho.

¿La imagen microscópica del ácaro te da miedo? Es lógico. Pensar que millones de estos pequeños monstruos se alojan en el lugar en donde dormimos, nos aterra.

Pon en marcha todos estos mecanismos para eliminar los ácaros junto con todas las consecuencias que generan en la salud y no dejes de compartir con otros esta información tan importante.