Pareja posa con sus sextillizas, únicas en el mundo: Mira cuando las hermanas se reúnen 30 años después.

Janet y Graham Walton desean ser padres. Pero lo que comenzó como un deseo habitual se acabó convirtiendo en una gran prueba para la pareja.

Janet tenía problemas para quedarse embarazada, a pesar de llevar varios años intentándolo. Al final decidieron someterse a un tratamiento de fertilidad. Pero esto tampoco funcionó, tras 12 intentos Janet no había conseguido quedar embarazada. Pero cuando la pareja se dio por vencida, ocurrió el milagro. Tras el intento número 13, Janet por fin quedó embarazada.

Tras las buenas noticias, Janet y Graham sintieron que estaban en las nubes.

Por fin la pesadilla había acabado, ahora se encontraban por fin en la feliz espera. O eso era lo que pensaban. Cuando Janet fue a su revisión de la octava semana de embarazo, el médico vio que en su vientre creían ¡seis personitas!

Janet y Graham cayeron de las nubes y pisaron tierra firme, la realidad se imponía. No esperaban, como es lógico, tantos niños.

Janet tuvo que permanecer en reposo en el hospital, desde muy temprano en el embarazo, hasta que los bebés nacieron. Un embarazo de sextillizos conlleva muchos riesgos, entre ellos el de aborto espontáneo, por eso los médicos querían tenerla todo el tiempo en observación.

El 18 de noviembre de 1983 nacieron seis sanas niñas, en la semana 32 de embarazo. Las niñas nacieron por cesárea en el hospital de Liverpool, en el Reino Unido, y fueron los primeros sextillizos del mismo sexo nacidos en el mundo.

En enero de 1984, cuando las pequeñas tuvieron un peso y estado adecuado, salieron del hospital.

“Los pulmones de algunas de las niñas no se habían desarrollado del todo y por eso tuvieron que permanecer en incubadoras durante bastante tiempo”, cuenta Graham, el padre de las pequeñas a The Guardian.

Al mismo tiempo, el mundo entero estaba pendiente de las hermanas Hannah, Ruth, Luci, Kate, Jennie y Sarah, sus vidas nunca iban a ser como las de los demás.

Janet y Graham compraban 11.000 pañales al año, y los dos primeros años a penas pudieron dormir unas horas cada noche.

Sus vidas eran jornadas maratonianas de cambios de pañales, dar biberones y cortos descansos mientras dormían.

Pero no solo los primeros años fueron extenuantes y estresantes para los nuevos padres Graham y Janet.

Cuando las niñas crecieron, no les quedaba tiempo ni para respirar: las tareas extra escolares, las peleas de las hermanas, la tormentosa pubertad, multiplicado por seis.

Siempre había algo en la familia Walton, era un carrusel constante.

”Solo nos dejábamos llevar, no había tiempo para pensar. Solo hacíamos lo que teníamos que hacer. Hoy nas da pena pensar que no tomásemos realmente el tiempo de disfrutar con nuestras hijas como me hubiese gustado”, cuenta Janet.

Pero aunque no hubiese tiempo para reflexionar, Graham y Janet estaban muy orgullosos de sus seis hijas.

Aunque no tenían tiempo para nada, la casa siempre estaba llena de bullicio, divertidos momentos y muchas risas. Lo cierto es que las niñas tenían, y tienen, una relación muy cercana.

Hoy las sextillizas tienen 34 años y les va muy bien en la vida.

Ahora los orgullosos abuelos pueden formar parte de criar a un bebé, pero de forma mucho más relajada…

“Me encantaron los primeros años de mis hijas, pero había siempre tanto que hacer que no pudimos disfrutarlas tanto como si solo hubiésemos tenido una, pero con los nietos siempre hay más tiempo de disfrutar de los buenos momentos”, cuenta Janet.

Las sextillizas celebraron su cumpleaños hace poco. Hannah, Luci, Jennie, Ruth, Kate y Sarah hicieron, para la ocasión, un viaje a Nueva York, sus primeras vacaciones juntas en 10 años, y esta preciosa familia se las ha merecido.

Graham y Janet pueden estar orgullosos de sus hijas y del trabajo que han hecho al criarlas. ¡Comparte este artículo si estás de acuerdo!